Moleskine, el placer de lo tradicional

¿Qué tienen de especial unos simples cuadernos de notas, con tapa que imita piel y cierre de goma? En principio nada...o quizás todo:

Los cuadernos Moleskine, fabricados por la empresa italiana Modo et Modo, tienen más de dos siglos de historia, y en su día fueron compañeros de viaje de grandes artistas y escritores como Vincent Van Gogh, Pablo Picasso, Ernest Hemingway y Bruce Chatwin, quienes les confiaron los bocetos que luego serían obras de arte, las primeras líneas de inolvidables novelas...

Originalmente producidas en un pequeño taller de encuadernación de París, estos pequeños cuadernos, que entonces no tenían el nombre que ahora los identifica, dejaron de fabricarse a mediados de los años ochenta. Bastante después, en 1998, la citada empresa milanesa los devolvió a la vida, ya con el nombre de "Moleskine", en un intento de recuperar la pasión por el detalle, por lo analógico en la nueva era tecnológica.

A partir de ese momento se inicia un nuevo movimiento cultural en torno a estos cuadernos, que viajan alrededor del mundo recogiendo la cotidianidad de sus dueños, sus ideas, sus momentos de inspiración, como agendas del día a día o como pequeños cuadernos de viaje. Son muchos los artistas que de nuevo las utilizan, como años atrás lo hicieran otros ya consagrados, en un intento de capturar sentimientos espontáneos, ideas fútiles...

Básicamente se trata de unos cuadernos con tapa rígida, aunque actualmente existe una versión de tapa flexible, mucho más cómoda, en un material que imita el tacto de la piel, y hojas de papel libre de ácidos, realmente agradables al tacto y sobre todo al escribir (se recomienda utilizar bolígrafos de un máximo de 0,7 , así como pluma y lápiz). Para evitar que se estropeen las hoja, el cuaderno cuenta con una cinta elástica que permite cerrarlo completamente. Así mismo, el cuaderno tiene una cinta marca-páginas en su interior. Uno de sus detalles más característicos es que en su primera página presentan un espacio para poner tus datos en caso de pérdida, junto con la recompensa para quién lo encuentre, ¡imaginad el valor que la gente atribuye a estos pequeños diarios!. También cuenta con un pequeño bolsillo de fuelle en su interior, donde guardar recortes, notas, tickets, etc...

Los cuadernos Moleskine presentan una gran variedad de tamaños y formatos, desde los pequeños cuadernos de hojas lisas, pasando por los de hojas ralladas, a cuadros, también en tamaño cuartilla, agendas (diarias y semanales), cuadernos de papel especial para acuarela, cuadernos japoneses (en acordeón), y como novedad, pequeñas guías de viaje customizables, que incorporan un plano de la ciuda y del metro, y apartados especiales para que prepares tu viaje señalando hoteles, resturantes, tiendas, etc...Por ahora sólo hay disponibles para las siguientes ciudades: Amsterdam, Barcelona, Berlin, Boston, Chicago, Dublin, Florencia, Lisboa, Londres, Los Angeles, Madrid, Montreal, Milán. Nueva York, París, Praga, Roma, San Francisco, Seattle, Venecia, Washington y Viena .

El fenómeno es tal que son varias las comunidades virtuales que en torno a estos cuadernos podemos encontrar en la red, como Moleskineus, Moleskinerie, Moleskineproject o grupos en Flickr como My Moleskine.

(Fotos vía Flickr)

Los cuadernos Moleskine han hecho pequeños cameos en varias películas: ¿quién no recuerda el cuaderno con el que Indiana Jones seguía la pista del Santo Grial?. O a la dulce Amèlie, que recogía en el suyo sus estrambóticos pensamientos. Hasta aparece en "El diablo viste de Prada", como la agenda en la que la arrogante Miranda hacía anotar sus infinitos compromisos.

Cuaderno de Indiana Jones

A mí me picó la curiosidad el año pasado, y tuve la suerte de que me la regalaran este año, si embargo hasta hace poco todavía no me había atrevido a estrenarla, me daba miedo... Sin embargo pienso que para poder disfrutarlas hay que dejarse llevar, dibujar lo primero que te venga en la cabeza, pegar, manchar, escribir...Dentro de unos años serán la huella de lo que hicimos, y podremos revivir momentos pasados por ese ticket de cine pegado en una esquina, una tira de fotos del fotomatón o el beso de pintalabios que firma una poesía en sus hojas...

En Youtube es posible admirar el interior de estas pequeñas joyas, a través del proyecto "Detour" que la empresa organiza, donde diferentes artistas muestran sus diarios personales :