Lo mío no tiene perdón...

No señor, esto que he hecho está muuuuy requetemal, desaparecer tres meses (¿tres? Madre mía...¡al verlo escrito es aún peor!), sin más explicaciones que aquél mini-post donde avisaba de mis futuras ausencias... Aún así, os suplico que no seáis muy malas conmigo, que aunque no hay excusa que valga, al menos sí tengo algunos atenuantes que hagan menor mi castigo:

Atenuante nº1: Todo un verano desconectada (literalmente) de cualquier ordenador o aparato similar, y por ende, de este blog y de los vuestros.

Atenuante nº2: Para quien piense que mi destino estival ha sido la playa, ¡un minipunto!. Para quien piense que de él he vuelto morenita e hiper relajada, nada más lejos de la realidad. Más bien he visto transcurrir el verano desde la ventana de mi cuarto de estudio, donde como suele ser habitual desde que se me ocurrió la maravillosa idea de opositar, paso una media de diez horas diarias (algunas más en verano, ante la proximidad de los exámenes).

Atenuante nº3: Al menos este encierro voluntario parece ir dando sus frutos y ya cuento con un "apto" en la primera de las cinco fases en que esta opo consiste, aunque lo verdaderamente duro está por llegar (si todo sale bien, seguiré de exámenes hasta el próximo verano, así que podéis imaginar que facilita no es...)

Resumiendo:

Tres días de esto....

...y el resto de esto otro:

Y para terminar (esto no sé si va a ser atenuante o más bien todo lo contrario jeje), en estos tres meses sólo me han sido concedidos dos caprichines:

El primero de ellos, regalito de mi madre (a la que adoro por encima de todas las cosas, y no sólo por detallazos como éste jeje): los zapatos que me volvían loca desde hace meses (varias amigas, por separado, me habían avisado de su existencia, diciéndome que llevaban mi nombre, así que su destino estaba escrito, ¡no tenían más remedio que terminar entre mis posesiones!):

Pienso ponérmelos tooodo el invierno, con absolutamente todo lo que tengo en el armario(¿no dicen que el color de la temporada es el morado?¡me van a faltar días para todas las combinaciones que tengo pensadas!). Son de ante, altos altísimos, pero muy cómodos; según la caja son de color "azul cobalto", pero yo los sigo viendo morados. Ando en busca y captura de unas medias tupidas a tono, para lograr un efecto de continuidad que prolongue la pierna, pero por ahora no he tenido suerte, así que se aceptan sugerencias. En mi mente mezclo colores: gris, mostaza, rosa subido, cámel, verde esmeralda... Creo que la gracia de estos zapatos va a ser precisamente el no buscar prendas del mismo tono, sino combinarlos con otras más neutras, para que destaquen (toda la gama de pasteles), o bien todo lo contrario, con otro color igualmente llamativo, al estilo Amélie, pero menos ingenuo y más sofisticado, ¿qué os parece?

El segundo, otro regalito, esta vez regalo de mi gentleman, con ocasión de la boda de su hermano; vestidito color plata con topos grises, pedrería a tono en el escote y bajo el pecho, y lo mejor ¡tres capas de tul!. Si es que soy incorregible, no puedo evitarlo, siempre me gustaron los disfraces de princesita... Y siempre envidié la falda de Carrie, así que la mezcla perfecta fue ésta:

El pelo decidí recogérmelo en una coleta alta, con un mechón que cubría la goma y le daba más volumen, y un ligero tupé, nada exagerado. Fue la mejor elección, ni un pelo fuera de su sitio en toda la noche, llegué a casa tal cual salí de la pelu (aunque quitarme la laca el día siguiente fue toda una odisea...).

Estas fotos, y el post en su conjunto, que conste, van en contra de mis principios blogueriles, sobre lo de la intimidad y blablabla, pero bueno, he sido mala, así que en este intento de que os olvidéis de mi desvergüenza espero que lo tengáis en cuenta y vuestros comentarios (bueno, eso si alguien comenta, ainsss...) sean piadosos ;)

Y hablando de comentarios, gracias a todas por vuestro interés durante todo este tiempo, incluyendo a aquellas que se pasaron por primera vez por aquí y aun así me animaron por lo del último post (ggrrrr, mejor no recordarlo, aunque algo más tarde me resarcí de lo lindo viendo en directo a Nouvelle Vague -sí, es la enésima vez que los nombro, pero es que me encaaaantan-).

Gracias, ¡y espero seguir viéndoos por aquí!.