Comenzaré por preveniros, este post no está dedicado a haceros el día un poquito más agradable, ni a llenaros las retinas de imágenes inspiradoras...
Hoy os voy a contar una historia, la historia de Alexia:
Alexia González-Barros y González nació en Madrid el 7 de marzo de 1971 en el seno de una familia profundamente cristiana. Era la menor de siete hermanos, con los que se llevaba bastante edad, luego su llegada resultó una inmensa alegría para todos. Quienes más la conocían sólo tienen palabras de amor y cariño hacia ella:
"Tuvo siempre muy buen carácter. Alegre, sin ser ruidosa y, a medida que fue creciendo, se puso de manifiesto su buen criterio y adquirió enseguida una personalidad muy firme y decidida
Era muy agradecida, incluso ante el más pequeño detalle demostraba agradecimiento; y lo hacía rezando de forma individual y concreta por quien le hubiera hecho el más pequeño favor.
Era muy amiga de sus amigas, con un grande y profundo sentido de la amistad, sentimiento que para ella representaba mucho.
En lo humano fue una niña, y luego una adolescente, sencilla y espontánea, que sabía reconocer sus defectos y se esforzaba por superarlos."
Desde pequeñita tuvo la suerte de sentir a Dios de una forma muy especial, casi como un amigo, y a él dedicaba los pequeños esfuerzos y sacrificios de cada día. "Jesús que yo haga siempre lo que Tú quieras", repetía. Cuando rezaba, lo hacía de una forma íntima, sin manifestaciones extrañas o aparatosas, en un ejercicio de introspección admirable para una niña tan joven, y de su oración volvía siempre alegre y reconfortada. Tenía su propia lista de peticiones, en la que no dudaba en incluir a todos aquellos que por diversas circunstancias pasaban por malos momentos. Cuando tenía algún problema, se encomendaba a su Ángel Custodio, al que, con toda la inocencia del mundo, bautizó con el nombre de Hugo.
Pero un día, el 4 de febrero de 1985, su vida dio un cambio inesperado. Se le declaró un tumor canceroso en las cervicales que la dejó paralítica en muy poco tiempo.
Sus padres la llevaron a diversos especialistas. Los diagnósticos eran diversos. Sufrió cuatro largas operaciones y una ininterrumpida cadena de dolorosos tratamientos que convirtieron los diez meses de su enfermedad, antes de su muerte, en un durísimo calvario, que supo afrontar con paz y con alegría.
"A pesar de tanto dolor, nunca consideró su situación como una desgracia; para ella, la desgracia era perder la amistad con Jesús. (...)
-"Jesús, yo quiero ponerme buena, quiero curarme, pero si Tú no quieres, yo quiero lo que Tú quieras". Nunca se rebeló y mantuvo su alegría y su paz cada día. Aceptó desde el primer momento la enfermedad que la dejó paralítica, considerando que esa situación era la que Dios quería para ella. Por eso pudo decirle a Sor Patro —una monja que coincidió con Alexia en la UCI de la Clínica Universitaria de Navarra, haciendo prácticas de enfermería—: -"No, sor Patro, sencillamente es que Dios me ayuda", contestando asi a su "Alexia, ¡qué valiente eres!".
Finalmente, el 5 de diciembre de 1985, Alexia falleció en Pamplona, rodeaba por el cariño de su familia, en medio de una gran paz espiritual.
 
"Sus últimas palabras fueron: más y sí.
Más porque deseaba que siguieran hablándole de Dios.
Con su sí reiteraba el deseo que había manifestado constantemente desde que era niña:Jesús, que yo haga siempre lo que Tú quieras." *
Al poco tiempo de su muerte, su fama de santidad se extendió por todo el mundo. Un religioso claretiano, el padre Apodaca, conocedor de su experiencia, animó a los padres de Alexia a poner en conocimiento del Arzobispado de Madrid la fama de santidad que estaba adquiriendo su hija, así como los testimonios de más de 100.000 personas que aseguraban haber recibido favores por su intercesión. La Causa de Beatificación de Alexia fue introducida en la diócesis de Madrid el 14 de abril de 1993 y fue clausurada solemnemente el 1 de junio de 1994.
Su Causa fue abierta en Roma el 30 de junio. El 11 de noviembre de ese mismo año se otorgó el Decreto de validez por la Sagrada Congregación para las Causas de los Santos, ante la cual se presentó la Positio el día 8 de mayo del Año Jubilar 2000.
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Desgraciadamente, Alexia es hoy noticia no por su ejemplo de entrega, valentía y confianza en Dios, sino por el estreno de la última película de Javier Fesser, que tras en un cambio absoluto de registro (lo conoceréis por la versión cinematográfica de
Mortadelo y Filemón) se ha servido de su vida para "inspirar" la polémica "Camino". Camino, nombre de su protagonista, es, como Alexia, una preciosa adolescente a cuyo calvario pretende Fesser que asistamos durante dos larguísimas horas y media de cinta. Una indignante invención en la que convierte a la madre de Alexia en una fanática religiosa, a su padre, en un hombre pusilánime que sin embargo parece ser el único que consciente de las manipulaciones de su esposa, y a su hermana, en una pobre víctima del Opus Dei, convertida en numeraria forzosa tras ver frustrado su noviazgo por su censuradora madre. Por si esto no fuera suficiente, juega con la fe de su protagonista, que acaba por darse cuenta de la manipulación ideológica a la que ha sido sometida. Todo esto entre inquietantes y paranóicas experiencias extra-sensoriales en las que la niña se ve perseguida por el "Ángel Negro", junto a otras en las que se ve junto a Jesús, curioso nombre para el chico del que está platónicamente enamorada, en un intento de rizar el rizo y evocar asociaciones, a mi parecer, totalmente innecesarias y provocadoras.
Lo peor de todo, es que para hacer esta película, no sólo no consultó a la familia de Alexia, sino que tras el malestar de la misma por sus declaraciones en el festival de San Sebastian donde reconoció en un primer momento haberse basado en la vida de Alexia (a pesar de que ahora se arrugue y diga Diego donde dijo digo) y por la dedicatoria final de la película, en la que se la cita, y tras
sendas cartas dirigidas por dos de sus hermanos, no ha rectificado y lejos de pedir perdón y acceder a retirar tal alusión a Alexia, todavía se atreve a contestar a sus hermanos que " a vuestra hermana a Alexia le gustaría la película".
Sobra decir que no pienso malgastar un minuto de mi tiempo libre (escaso, muy escaso) viendo esta película, ni contribuir ni con un céntimo de mi dinero al enriquecimiento de este señor, que ha mostrado tener muy poca delicadeza con una familia, que como muchas otras, ha sufrido una pérdida irrecuperable. No hay más que ponerse en su lugar, pensad en cómo os sentaría si se tratase de alguien de vuestra familia. O si en vez de tratarse de una niña fallecida en olor de santidad se tratase de la víctima de un atentado o de un accidente...Sé que puedo ser criticada por opinar sobre algo que ni siquiera he visto, pero os juro que me llegó con el trailer, que casi me amarga la película que iba a ver inmediatamente después. Aún así, no hay más que leer las entrevistas realizadas a este señor, así como las cartas de sus hermanos, o la mayoría de críticas que gente que sí la ha visto está dejando en la mayoría de páginas dedicadas a los estrenos cinematográficos.
Y aviso, por si a alguien le ha surgido la duda, que no tengo absolutamente ninguna relación con el Opus Dei, y que muchas veces me pregunto si realmente puedo decir que soy cristiana, pues mis méritos no son muchos, y mi esfuerzo no es para nada el que debería. Luego mi opinión se limita a la de una persona tolerante, que se niega a ser adoctrinada, porque, no olvidemos, que los adoctrinamientos no vienen siempre del mismo sitio, y que tan intolerante es el racista, el homófobo, o el radical ideológico como el que ridiculiza la actitud cristiana de otros. Leer
afirmaciones como "
La fe es un chollo. Por suerte o por desgracia, yo no tengo fe. Ojalá tuviera tan claro cómo encontrar la felicidad en el propio dolor. A mí me parece tremendo, pero en el fondo es un chollo", salidas de los labios de Fesser me parecen extremadamente simplistas para alguien que intenta hablar en su película de la dicotomía entre la fe y la razón.
Después de todo, siempre es posible encontrar belleza incluso en cosas tan mediocres como esta película, que nos descubre a la hasta ahora desconocida Nerea Camacho, muy posible ganadora del Goya a la Mejor Actriz Revelación, según dicen.
* Para quien quiera saber más sobre la vida de Alexia, podéis visitar su página web, de donde están extraídas estas citas:
http://www.alexiagb.org/